REFLEXIONES ACERCA DE
LAS COMPETENCIAS TIC PARA EL DESARROLLO PROFESIONAL DOCENTE
A propósito de
las brechas que deben cerrarse en estos temas que tienen que ver con la
educación pública, gratuita, de alta calidad y financiada directamente por el
Estado. No podemos desconocer que se hace necesaria e indispensable el uso de
las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). Que los docentes
debemos reconocer que necesitamos apropiarnos de las competencias que conllevan
a la innovación de la educación, y que con ella se esperan fortalezcan los
procesos que mejorarán los resultados institucionales, locales, regionales y
nacionales de los estudiantes. Vale la pena atreverse a romper los paradigmas
por una buena causa ( la de la calidad de la educación, la del mejoramiento
continuo personal y profesional) y
empezar a manipular herramientas tecnológicas, a tener relaciones con espacios
virtuales y audiovisuales, a fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje
en nuestra práctica docente, a incluir las TIC en nuestras planeaciones y
evaluaciones, al aprovechamiento para generar nuevo conocimiento.
Ya iniciamos “la
aventura” de familiarizarnos con estas competencias y de reflexionar entorno a
nuestro quehacer docente, actividades que considero nunca finalizan, sino que
se enriquecen con la autonomía que se vaya adquiriendo en esta práctica diaria
de introducción de nuevas tecnologías y desarrollo de ideas cuando se estén
implementando el diseño de ambientes de aprendizajes creativos, flexibles y
retadores que beneficien a toda la comunidad educativa.
Para realizar
esta ardua labor hay que tener en cuenta algunos aspectos, que mal haríamos si
los ignoramos, como por ejemplo:
• La delantera
que nos llevan los estudiantes en el manejo y uso de las TIC.
• La
transversalidad de las TIC con el resto de áreas del conocimiento.
• La resistencia
(inercia) del colectivo en estos procesos de formación situada y de “cascada”.
• Los aspectos
institucionales (internos y externos), que tienen que ver con los recursos
de disponibilidad del tiempo,
infraestructura y equipos.
La tarea nuestra
es entonces tomar estas dificultades y transformarlas en oportunidades de mejoramiento
hasta donde sea posible. De seguro con estas competencias podremos adquirir la
inteligencia necesaria para lograr dicho cometido.
ANDRÉS NAVAS
GONZÁLEZ
DOCENTE